La displasia de cadera es una enfermedad ósea hereditaria que afecta a las articulaciones de la cadera de los perros. No es congénita, ya que las caderas son normales al nacer, sino que se desarrolla debido a un crecimiento desigual entre el sistema esquelético y los músculos.
Factores como el peso corporal, el tipo de ejercicio y las condiciones ambientales también pueden contribuir al desarrollo de la displasia de cadera. La frecuencia de displasia de cadera en el Pastor Blanco Suizo es del 19%. El diagnóstico de la displasia de cadera se basa en la información del propietario sobre el comportamiento del perro, así como en los signos clínicos y los datos radiográficos. Los síntomas clínicos pueden variar mucho de un individuo a otro e incluso pueden estar ausentes durante toda la vida del perro en muchos casos.
El diagnóstico radiográfico es especialmente valioso a partir de los 6 meses de edad. En cachorros de 3 a 4 meses, los síntomas pueden incluir dolor a la palpación de las caderas o al caminar. Si el dolor no es intenso, el cachorro puede mostrar sólo alteraciones de la marcha, debilidad en los cuartos traseros o tendencia a sentarse con frecuencia. El cachorro puede parecer torpe y tener músculos débiles en los cuartos traseros, con las patas traseras muy separadas y cruzadas. A medida que avanza la enfermedad, el cachorro puede experimentar dolor al caminar, lo que da lugar a una marcha característica de "conejito saltarín" y un movimiento excesivo de las caderas. En cachorros de 4 a 6 meses, el rápido crecimiento y el aumento de la actividad física pueden causar un dolor notable. El cachorro puede tumbarse y caer al suelo.
Radiográficamente, puede haber cambios en el borde acetabular y retraso en la conversión del fibrocartílago en cartílago hialino, junto con microfracturas y tensión en la cápsula articular y el ligamento redondo. En cachorros de 6 a 12 meses, la laxitud de la cápsula articular puede ser evidente tanto radiográficamente como mediante palpación. También puede haber dolor a la palpación y una marcha característica de "salto de conejo". En los perros adultos, la artrosis puede causar dolor tras el ejercicio prolongado o intenso, anomalías musculares durante el ejercicio, sinovitis, pasos cortos y disminución del movimiento de la cabeza femoral dentro del acetábulo. Estos perros pueden preferir sentarse a estar de pie y pueden presentar atrofia muscular en los muslos. La gravedad de la displasia de cadera puede clasificarse según la gradación de la FCI. El grado HDA indica que no hay signos de displasia, mientras que el grado HD E indica una displasia grave con anomalías y deformidades articulares marcadas. Existen tratamientos conservadores, terapéuticos y quirúrgicos para la displasia de cadera, pero ningún tratamiento puede restablecer totalmente la función normal de la articulación. El tratamiento conservador en perros jóvenes incluye limitar el ejercicio, controlar el aumento de peso y controlar el crecimiento rápido mediante el control de la dieta. Las opciones quirúrgicas incluyen la pectinectomía para aliviar el dolor y la triple osteotomía pélvica para corregir la inestabilidad articular. En conclusión, la displasia de cadera es una enfermedad ósea hereditaria que afecta a las articulaciones de la cadera de los perros. El diagnóstico se basa en los signos clínicos y los hallazgos radiográficos, y las opciones de tratamiento incluyen el tratamiento conservador y la cirugía. La gravedad de la displasia puede clasificarse según la gradación de la FCI.
La detección precoz y el tratamiento adecuado son cruciales para mejorar la calidad de vida de los perros con displasia de cadera.
La Mielopatía Degenerativa (DM) es una enfermedad neurodegenerativa y puede estar presente en la raza del Pastor Blanco Suizo. Es una enfermedad que afecta de manera progresiva la degeneración de la médula espinal y por tanto a la movilidad del perro.
Puede pasar desapercibida si el animal muere antes de esta edad o si la manifestación se retrasa. Es principalmente una enfermedad recesiva, y los portadores tienen una pequeña probabilidad de desarrollar síntomas. Las prácticas de cría deben dar prioridad a los individuos sanos para evitar la propagación de la enfermedad. En Europa, es habitual realizar pruebas de detección de la DM y tomar medidas preventivas para mantener una población reproductora sana.
Se trata de una enfermedad crónica de evolución gradual que afecta principalmente a perros de edad avanzada, suele empezar a manifestarse hacia los 7 u 8 años de edad, ocasionándoles un progresivo deterioro en las extremidades traseras (con el tiempo estos síntomas se extenderán a las extremidades delanteras), lo cual se traduce en:
* Una falta de coordinación
* Dificultad para caminar
* Dificultad para mantenerse en pie
* Caídas.
Es importante tener en cuenta que la Mielopatía degenerativa no tiene cura, pero la DM es fácilmente detectable mediante un análisis de sangre para prevenir su aparición en futuras generaciones.
También es importante tener en cuenta que tanto los perros Libres ( N/N ), como los Portadores ( N/DM ) son perfectamente sanos. Sin embargo se tiene que evitar cruzar a los perros portadores. Un perro que sea portador siempre tiene que realizar el cruce con un perro libre, de esta manera, se asegura la salud de futuras generaciones del Pastor Blanco Suizo.